No hacer nada.

Anda una en cosas caseras además de algo perdida. Y hoy ha ido a ver al médico, a la nueva médico, porque la otra se ha pirado a Chile y ya me he enterado del porqué. Cuestión de alquileres. Economías, al final.

Y tenía yo que ir, porque tanta muela y tanto antibiótico me ha dejado la pobre vesícula un poco más hacia allá que hacia aquí.

Maja la médica. Agradable. Amable. Así que contenta.

Más contenta por poder elegir sin tirarme años para que elijan por mí.

Antes de eso, me eché la siesta, o por mejor decir, me tumbé en el sofá a no hacer nada. El dulce encanto de no hacer nada. Poca gente sabe disfrutarlo…a mí, de pequeña, muchas veces me preguntaban los Mayores; “ pero ¿qué haces ahí sentada, o tumbada?”…y cuando decía eso, “nada”, se enfadaban. Algunos se enfadaban, otros se sonreían.

No hacer nada es dejar vagar el pensamiento por donde te lleve, sin cuidarte de encauzarlo. Con calma. Seguir las ramificaciones. Muchas veces, puede llevar simplemente al sueño de una siesta, otras a cosas divertidas, recuerdos, otras incluso a imaginaciones que, luego, después de ese no hacer nada, una vez recordadas, pueden dar lugar a historias por escribir.

Es divertido no hacer nada. Dejarse ir, abandonarse a uno mismo, aventurarse en ideas inconexas, frases sin hilazón aparente, divagaciones. Poca gente sabe hacerlo; me refiero a que la mayoría de la gente que hace “cosas útiles” apenas empieza a no hacer nada cuando recuerda que tiene que poner una lavadora, o ir a la peluquería, o escribir a alguien…lo que sea con tal de hacer algo; como si eso, hacer algo, justificara su existir. O como si “no hacer nada” fuera propio de inútiles.

Una ha dejado hace años de preocuparse por si lo que hace es útil o inútil. Y no hacer nada le divierte. Y le descansa.  Una hora de no hacer nada, es un placer que, quizá, solo los inútiles sabemos disfrutar.

 

Acerca de alenar

Alena Collar. Periodista. Escritora. Madrileña.
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6 respuestas a No hacer nada.

  1. Por una razón es divertido no hacer nada, porque sabes que es imprescindible y porque, en el fondo, no hacer nada es el mejor entrenamiento para nuestro cerebrito.

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  2. emmarosa dijo:

    Llevo practicando eso de «no hacer nada» casi toda la vida a ratos «no perdidos» y siempre fui una incomprendida por ello pero parece ser que somos much@s los que sabemos hacer eso. Y luego resulta que, como tu dices, no hacer nada produce cosas, sobre todo cuando se deja el espíritu libre para que pueda volar a su gusto.

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  3. kaldina dijo:

    Supongo que no hacer nada es divertido, aunque es mejor cuando tienes miles de cosas por hacer y decides no hacerlo.

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  4. Elisa dijo:

    Es una de las cosas que más me gusta… No vayas a pensar que estás sola en eso, qué vaaaaa!!!

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  5. El lívido sopor de la quietud, de las pausas, del silencio interior (en el exterior nunca hay silencio)… Aprovéchalo tú que puedes, en mi casa eso es imposible… lo de no hacer nada, pues te pillan de inmediato y te dan algo que hacer, obligatoriamente…

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  6. Es curioso, pero el mismo hecho de «no hacer nada» es algo que te tienes que «poner a hacer» … es, por lo tanto, algo que se produce … muchas veces es en esos momentos de «no hacer nada» cuando la imaginación te prepara algún trabajo.

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