Eloy Tizón en la librería Rafael Alberti.

Esta tarde después de un día raro- omito las rarezas porque son de salud y no merecen la pena- estuve en la librería Rafael Alberti.

Iba a la presentación del libro de Eloy Tizón, técnicas de iluminación .

Llegando me encuentro con Ana Vidal, que anda por Madrid.  Nos ponemos más o menos al día en proyectos y cuando en eso estamos me encuentro a Lola Rivera; nos conocemos hace tiempo, coincidimos en actos así y estuvo en la presentación de mis estampitas, hace ya años. También nos ponemos al día.

Me gusta mucho lo que cuenta Eloy en su presentación. Me gusta mucho que diga que la literatura es arriesgar; que defienda la libertad de escritura, que defienda el relato no encorsetado ni sometido a normas. Me gusta mucho que diga que él escribe y no sabe cómo va a terminar aquello. Me gusta que explique que no hay porqué andar con corsés en literatura.

Le pregunto sobre lo “no dicho”, lo que se deja en sugerencia al lector; hay una sugerente y sugestiva reflexión de él sobre la necesidad de implicar al lector en el relato, de hacerle partícipe, de dejarle re-crear e interpretar, la necesidad de no darle un producto masticadito para que lo degluta. Y una frase que me emociona y casi me hace ponerme a aplaudir: “no escribimos para tontos. El lector es inteligente”. Le digo que para mí su escritura no está en la línea de Cheever, Carver y similares, sino en la de Virginia Woolf, en el interiorismo, en el dejar fluir lo narrativo. Responde que dejar fluir un escrito es imprescindible.

Aprendo. No sólo de lo que afirma, sino de su posición ante el hecho de escribir. De esa libertad de imaginar lo imposible y contarlo. Me siento bien escuchándole porque es la muestra de que otro tipo de narrativa es posible, es escribible.

Luego me firma, charlamos muy brevemente, salgo con Lola Rivera, comentamos ya en la calle el acto. Promesa de vernos en otras ocasiones. Lamento no haber charlado más con Beatriz Blanco, a quien sólo saludo, pero pienso que tendremos más coincidencias para ello.

Regresando a casa pienso que ha sido un buen día, a pesar del diente roto.

Acerca de alenar

Alena Collar. Periodista. Escritora. Madrileña.
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Una respuesta a Eloy Tizón en la librería Rafael Alberti.

  1. Lola dijo:

    Hola Alena. Yo también me alegré de haber asistido al encuentro con Eloy Tizón, también me sentí estimulada a quitarme las fajas literarias como lectora, también me alegré de verte tan bien. Digo, a ver qué se cuenta esta mujer y zas, me veo en la crónica. Muchas gracias por la mención, pero me sonroja. Nos volveremos a encontrar, porque cuando las personas tienen los mismos gustos terminan por encontrarse. Como te dije, me acerqué a la Rafael Alberti porque había visto tu reseña de ese libro, Técnicas de iluminación, que me provocó mucha curiosidad. También había leído algo en la revista Quimera. Además, ir a esa librería siempre es un gran placer.

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