Lleva una todo el día rumiando esto de las asociaciones lectoras, y sin escribir nada concreto sobre ello salvo aproximaciones. Y dale que te pego me sigue viniendo a la cabeza. Verán…
Resulta que este martes por la mañana se me ocurrió leerme la introducción a las cartas de Rusia del Marqués de Custine. Solo eso, porque el libro no lo voy a leer todavía. Bien, pues en esa introducción se habla de su madre, y se dice de ella que fue la amante de Chateaubriand. Y se cita al propio Chateaubriand, sus Memorias de Ultratumba: un libro que llevo yo leyendo meses, muy despacio y disfrutando de él: naturalmente alternándolo con otros porque no es libro para leer de una vez. Pero es que lo que se cita son las palabras de Chateaubriand del libro, es decir , literales, no es una mención simple. Y ello se hace porque el marqués dice que este fue para él una de las influencias más importantes de su vida. Y empieza una-yo a asociar cosas: ambos grandes viajeros, ambos deseosos de gloria, ambos a su manera en contacto con las clases altas de la sociedad de su tiempo. Y entonces recuerda, sin mucho venir a cuento que Chateaubriand quiso hacer la ruta del Noroeste y por lo que lee en la introducción al Marqués, a este le propusieron viajar por los países eslavos-que en su época era algo tan exótico como lo anterior.
Piensa una entonces casi sin venir a cuento en cómo en el siglo de ambos el viaje era una manera de adquirir cultura y además en el espíritu “aventurero” por así decir de una serie de personajes de la cultura europea que dedicaron buena parte de su vida a conocer o a arriesgarse a conocer mundos completamente diferentes a los suyos. Y así por asociación piensa que ese sentimiento ha permanecido a lo largo del tiempo, y se acuerda de Shackleton : que nunca llegó al Polo Sur. Otro aventurero y otro escritor: los tres que menciono dieron cuenta de sus experiencias.
Y se encuentra una, o sea, yo, pensando todo el día a cuenta de esto lo curiosos que son los libros: llevan unos a otros y a experiencias comunes aún en tiempos diferentes; de un libro nace –al menos en mí- el interés por otras vidas mencionadas en él, de una experiencia leída nace buscar si hay otros que compartieron intereses parecidos…Me acuerdo ahora por ejemplo de Byron y su expedición a Grecia…terminó muriendo allí en defensa de la libertad de los griegos. Otro viajero, otra alma inconformista con su propio destino.
Asociaciones, sí. Nos llevarían al infinito.