Detrás. ( A Luis Fernando y Manoli).

Llevé todo el verano unos pantalones vaqueros gastados y un niky azul oscuro. Y vosotros veníais  detrás.

Detrás de mí por aquel camino lleno de polvo, arena y piedras, sin cuidar, con aquel sol indiferente a la tristeza; aquel resplandor de la luz como si se riera de mi oscuridad.

Cien pasos detrás. Nunca decíais nada. Sólo ibais detrás, a suficiente distancia como para que yo supiera que estabais allí pero que no ibais a interferir, ni decir nada, salvo que yo quisiera hablar con vosotros.

Siempre me esperabais fuera.

Antes de los dos cipreses.

Os sentabais en una especie de piedra que entonces había; a pleno sol. Como diciendo que si a mí me hería a vosotros también.

Cuando salía, si os hablaba me respondíais al diálogo, en voz baja, suavemente, sin estridencias. A veces, después del saludo bajábamos callados, y uno de los dos me echaba la mano por el hombro. Otras veces yo iniciaba el dialogo, y simplemente lo manteníais, en el tono que yo deseara.

Si no decía nada, esperabais que yo me adelantara y seguíais bajando: detrás. Sin decir palabra.

Ha pasado la vida entera y aquel verano del 75 vosotros fuisteis la imagen de lo que se llama Amistad.

Nunca se me van a olvidar aquellos pasos que me acompañaban; detrás.