Viajar leyendo. Patricia Almarcegui: » Una viajera por Asia Central».

Ayer terminé de leer el excelente libro de Patricia AlmarceguiUna viajera por Asia Central.

La literatura de viajes tiene tradición en Europa de antiguo. Es verdad que ajustándose a cada época en unas primaba el mero reflejar de costumbres, en otra el ensayo, en otras las reflexiones literarias de los grandes viajeros que hicieron el tour que en cada siglo era el de moda: Italia, Francia, el Mediterráneo.
Hasta nuestros días. Y en nuestros días este género, porque lo es en sí mismo, tiene también algo en común: la visión personal como antaño de quien mira, la divulgación de lo que ve, la reflexión sobre ello y la complicidad con el lector/a.
Esto último es más difícil de conseguir. No lo consigue Magris, a pesar de su excelente calidad literaria en El Danubio, primando mucho más la documentación, que a veces- al menos a mí-me abruma y me hace pensar en un catálogo de nombres, pero sí Patricia Almarcegui.
Su libro directamente me parece una delicia. Mediante un lenguaje cercano, directo, propio de la crónica periodística, con toques de ironía, humor, ternura y con descripciones y comentarios absolutamente visuales de lo que vive, nos hace estar allí.

Estamos con ella en cada una de las fronteras, nos preocupamos con ella del sello de su pasaporte, nos quedamos esperando que se llene un taxi para poder transportarnos de una ciudad a otra, dormimos en Jiva, en “una habitación amarilla” , en “un hotel familiar, desaliñado donde nada funciona”, o en el salón de una casa familiar porque el hotel que buscaba no tiene la habitación que reservó, o ascendemos por un paisaje de ensueño y pesadilla hasta Song Kul, y asistimos sobrecogidos a la belleza de la “alta montaña donde el lago se vuelve azul oscuro”. Paseamos con ella por mercadillos, vemos a las mujeres con ropajes pintorescos, nos entendemos como ella con los naturales de los distintos países que visita a través de gestos, dibujos en un cuaderno, o inglés mal chapurreado.
Tiene Patricia esa manera de contar que nos hace sentarnos junto al fuego y decirle: “ sigue, sigue, y entonces, ¿qué paso?…”

Nosotros-yo- que no somos viajeros, nos alimentamos de los viajes de los otros; de lo que nos cuentan personas como Almarcegui: con tanta naturalidad, con tanto humor, con tanta ternura.
Lean este libro delicioso.

Acerca de alenar

Alena Collar. Periodista. Escritora. Madrileña.
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